jueves, 22 de marzo de 2012

EL TRABAJO OS HARÁ LIBRES


“El trabajo os hará libres”, o eso parecen querer vendernos en este momento, aunque con la bromita yo creo que no se ríen con nosotros, sino de nosotros.

Parece que retrocedamos en el tiempo en una máquina infernal, y es que no puedo creer lo que se está intentando hacer para sacarnos de este círculo vicioso en que nos han metido. La reducción de libertades y derechos fundamentales es obvia: han tomado la famosa máxima absolutista de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo” y la han degradado más todavía si cabe en “nuestras migajas para el pueblo pero sin el pueblo”.

Nos han dejado totalmente al margen de cualquier decisión, pero cargan sobre nuestros hombros el “deber” de sacrificio con el fin de salir de una crisis generada por especuladores y políticos, ladrones que se llenan los bolsillos con dinero público para gastárselo impunemente en “trajes y cocaína”. Si la justicia fuera realmente justa, deberían tener lo que querían: un “traje de rayas” en cualquier cárcel.

Y ahora a cargar sobre la masa las consecuencias de los desfalcos: hay que trabajar más por un sueldo menor y sin quejarse ni protestar que la reforma laboral del gobierno (que, por cierto, rima con cinco) da total libertad para que la patronal ponga en la cola del paro a cualquier elemento desestabilizador.

Esa patronal que habla con total desprecio de los trabajadores, el verdadero factor de producción que genera sus ganancias. Nos acusan de absentismo y abuso de confianza cuando es obvio que los patrones nunca han actuado limpiamente en un mercado de trabajo que claramente les favorece: la oferta siempre es menor que la demanda.

Por si fuera poco, tenemos a las grandes multinacionales chantajeando para conseguir beneficios fiscales o trato de favor en detrimento de la ética laboral. Amenazan a gobiernos y trabajadores con traslados de factorías a países con mano de obra esclava si no se pasa por el aro. Explotar a la población de países tercermundistas o bajar salarios hasta el límite deja mucho margen en las ganancias empresariales, no te lo voy a negar, pero destruye el verdadero mercado de consumo: ¿quién va a comprar nada con los sueldos miserables que se ofrecen?

La cruz de esa moneda de permisividad y favores es la que soportamos los curritos y pequeñas empresas: subidas de la luz (cuando somos un país en el que se produce más energía eléctrica de la consumida), subidas del IVA, del IAE, de combustible, subidas de intereses… en fin, que parece que tengamos un gobierno viagra con tanta subida.

Pero lo peor de todo es que están creando una sociedad triste y atemorizada, con miedo a mantener sus derechos laborales por temor a los despidos inminentes e impunes, con miedo a salir a la calle a protestar por temor a ser criminalizados y desatar la orden de carga policial y, sobre todo, con miedo a que el “Estado del bienestar” se transforme en el “padre Estado” que esclavizó a media Europa.

Se le está dando demasiado poder al poder, se está concentrando en pocas manos y, encima, esas manos no parecen estar muy limpias.

Nos vemos.