¿Y cuando amanecen días como estos qué hacer? Son días esperados y temidos, pero que muy a menudo se olvidan o se intentan ignorar.
Siempre está ahí, el problema siempre está ahí: es como un río que se sumerge en la tierra para aparecer unos kilómetros más adelante; como la gota de agua que, sin dejar de caer sobre la cabeza, va minando la cordura del que la sufre a pesar de no notarla.
El problema va arañando el interior de mi cerebro sin yo darme cuenta. Cambia mi personalidad, mi humor, mi vida. Me hunde, me levanta, juega conmigo, con él, y nos impide siquiera intuir la felicidad.
Me juro a mí misma que la ilusión ya no tiene sitio en mi vida, pero sin darme cuenta ahí está otra vez, haciendo que brillen mis ojos y que sonría sin querer, igual que una adolescente que se percata de que está enamorada por primera vez.
Si creyera en algo diría que estoy pagando algún error perverso que cometí en una vida anterior, si creyera en algo...., pero hasta ahora sólo he creído en mí, en nosotros, y esa fe se está perdiendo, se está alejando cada vez más rápido de nuestras vidas.
Este texto es verde, como la esperanza..........
1 comentario:
"¿Porque justo a mi, tenia que tocarme ser yo?"
Afortunadamente, eres tu.
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