viernes, 6 de agosto de 2010

ESPAÑOLITOS Y OTROS ANIMALES.


Ya estamos dando la nota, que parece que nos gusta hacernos de notar. Y es que en cuanto surge la mínima.... ya está el lío preparado.

El parlamento catalán ha prohibido las corridas de toros, vale. Me encanta, pero las prohibiciones nunca son buenas y menos cuando afectan a una forma de vida arraigada en eso que llaman "cultura española" (¡Dios mío, que verán de cultural en la tortura y el sufrimiento de un ser vivo!). Ganas de tocar las narices o una venganza política, lo mismo da, que al final si lo dejamos estar, la "fiesta" taurina acabaría desapareciendo ya que, por suerte, la razón se impondrá y esta bárbara costumbre acabará desapareciendo junto con su machismo intrínseco.

Pero ese no es el tema.

Me encantan los animales (tengo 6 perros y un montón de gatos, ocas y hasta erizos hubo por mi casa), y los respeto como compañeros de convivencia en un planeta que es de todo ser viviente, no de uso y disfrute exclusivo de la raza humana.

Pero es que llegamos a rizar el rizo: ahora salimos con que qué pasa, que muy bien lo de defender al toro, pero ¿dónde quedan las pobres gallinas, los cerdos, las vacas y terneras... etc, etc.?

A ver, cada uno que coma lo que le dé la gana, por supuesto, yo por mi parte soy muy normalita: omnívora cien por cien. Y soy un depredador, como manda mi especie, muy arriba en la cadena alimenticia, pero así son las cosas. Pueden acusarme de hipócrita si digo que respeto a los animales y luego me siento delante de una buena chuleta de ternera de Aliste, pero ¿qué quieres que haga? Como el león, el ser humano ha de sobrevivir y para ello es necesario comer... la ley del más fuerte, la Naturaleza es implacable y nos marca genéticamente: lo más importante es la supervivencia de la especie.

Por otro lado, vegetarianos fundamentalistas: ¿los vegetales no sienten? Están vivos: nacen, crecen, se reproducen y mueren y está demostrado que las plantas crecen mejor y más rápido con música clásica.

Tendremos que comer piedras para no dañar las susceptibilidades ajenas.

En fin....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las piedras tienen su encanto ;)
Brutal el cartel torero, ja, ja, ja...

Un besazo gordo.