lunes, 3 de diciembre de 2007

"Yo soy mi dueño, yo soy mi esclavo"


Y Perséfone regresó al Hades y decidió no volver a salir nunca más. ¿Qué importaba la primavera si en realidad nadie la apreciaba? Ella también era mortal, y sabía que los mortales perturbaban a los dioses, y no al contrario.

¿Porqué había salido? Dejó su coraza y su precaución en el armario y decidió salir desnuda esperando que el sol, prohibido en el Hades, le bañara todo el cuerpo. Había sido hermoso, pero se terminó y el retorno se hace más duro ahora.

Los días se pasan uno tras otro, esperando que nieve en el infierno, esperando lo imposible. Pero todo pasará, las aguas regresarán a su cauce y la rutina deseada adormecerá el cerebro.

No habrá más salidas, no habrá más sol.

Perséfone se ha rendido.

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