domingo, 15 de febrero de 2009

ALGO QUE DECIR


Amigo,

ya no llueve tu risa sobre mi silencio,

ya no amanece tu seguridad sobre mis miedos.


Compañero,

el bálsmo de tus palabras

ya no cura mis heridas.

Hay un amanecer verde esperanzador que no llegará

a las simas de mi corazón perdido

en el inmenso silencio del ocaso oscuro y frío.


Amigo,

¿Por qué no llenas mis vacíos?

¿Por qué no te pierdes conmigo

por siempre en la blancura de las palomas

y en los blancos guijarros del camino?


Compañero,

te veo entre los ríos de mis lágrimas

y creo que no eres tú.

Derramo mis mañanas sobre ti

y no recoges mis gotas de rocío.

Sigues vagando entre las eternas soledades de tus alucinaciones.

Continúas tu camino solitario

sobre horribles y vacíos mundos,

que no son mundos, sino horrores.

Cada paso que das es una tormenta,

cada movimiento, un huracán..

y continúas, sigues caminando hacia la nada: porque no hay nada allá donde vas.


Amigo,

mira como está la noche:

oscura, fría, tenebrosa.

¡Nunca amanece en ti!

¡Nunca llega la luz esperanzadora!

Observa el rocío de la mañana.

¡Me duele tanto tu eterna noche moribunda!

Quisiera cogerte de la mano

y sacarte de la noche oscura


Compañero,

pierdete conmigo

en la blancura de las palomas

y en los blancos guijarros del camino.

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